jueves, 26 de septiembre de 2013

XXV Capítulo General- Quito Enero 2014

Entre los religiosos en la actualidad, un capítulo es la asamblea de aquellos que han sido legítimamente convocados para tratar sobre los intereses y los negocios comunes. Las normas emanadas por un capítulo permanecen en vigor, si no han recibido una confirmación o mandato de la Santa Sede, sólo hasta el capítulo sucesivo el cual puede confirmarlas, modificarlas o derogarlas.
Fue el Concilio de Letrán IV,[i] quien dispuso que las órdenes religiosas celebraran uno al menos cada tres años. El Concilio de Trento confirmó esta práctica. Desde entonces, todas las órdenes y congregaciones religiosas tienen su capítulo en periodos fijos.
El capítulo general posee la suprema autoridad sobre la orden, pero no puede modificar las constituciones de la misma sin autorización de la Santa Sede.

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

"Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño, te rogamos que por el inmenso amor y misericordia de Tu Sagrado corazón, atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.
Te pedimos que retomes en Tu Corazón todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino, que enciendas de nuevo el deseo de santidad en los corazones de aquellos sacerdotes que han caído en la tibieza, y que continúes otorgando a tus sacerdotes Fervientes, el deseo de una mayor santidad.
Unidos a tu corazón y el Corazón de María, te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial en la unidad del Espíritu Santo. Amén.


La Biblia es el faro de todo conocimiento

P Julio María Matovelle.


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[i] Cf. Concilio de Letrán IV, c. 12 De communis capitulis monachorum (ed. Conciliorum oecumenicorum decreta, EDB, Bologna 1991, p. 240-241.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Sobre la Formación Sacerdotal

Cuando se habla de la formación del Sacerdote, entendemos básicamente dos realidades, que tiene que ver con la preparación especializada para el fiel cumplimiento de su ministerio; esto  quiere decir que pueda entender, apropiar y entregar una actividad hacia la perfección, pero sin que se olvide que como persona está inmerso en el mundo secular y por ello requiere de un adecuado conocimiento del mismo. Son la formación Espiritual y la formación Humana.
"El sacerdote no deja de ser un hombre por el hecho de ser sacerdote, es extraído de entre los hombres (Heb 5, 1) pero por ello, estando entre los hombres, requiere de una recia formación humana, con el fin de buscar virtudes humanas, que lo maduren en las profundas experiencias humanas.
Esta referencia esta dada por Pio XII en la exhortación Menti Nostrae, del 23 de septiembre de 1950: “Ha de ser tenida en cuenta la condición psicológica actual, tanto por lo que respecta al mismo alumno, como por lo que hace a los hombres entre los cuales ha de desempeñar su ministerio; ha de formarse la voluntad del alumno y su firmeza de ánimo o carácter; ha de fomentarse la formación cultural o, por así decir, profesional, de la que el alumno ha de estar debidamente adornado. (AAS, 42 (1950), 684.
Se entiende pues por formación humana del sacerdote la preparación del sacerdote en cuanto hombre que debe trabajar entre sus semejantes. Comprende, por tanto, esa formación de conjunto de virtudes humanas que se integran directa o indirectamente en las cuatro virtudes cardinales, y el bagaje de cultura no eclesiástica indispensable para que el sacerdote pueda ejercitar con facilidad –ayudado, desde luego, por la gracia- su apostolado.
Virtudes humanas son, por consiguiente, todos los hábitos morales que debe poseer el hombre como hombre, aunque no sea cristiano, y que el cristiano eleva al orden sobrenatural por medio de la gracia.
Entiéndase bien que, cuando se habla de virtudes humanas, no se pueden olvidar las sobrenaturales ni los dones del Espíritu Santo; ni tampoco referirse, ni aun de lejos, a las simples formas externas, a lo que atrae en un primer momento, pero sin fruto, por no corresponder a algo interior. Y cuando se habla de virtudes humanas como parte de la formación sacerdotal, se quiere recordar que el sacerdote, por ser hombre, debe ser varón y varonil en su carácter, en sus reacciones y en su conducta: en su vida entera." [i]
Un sacerdote bien formado permite que su ministerio de frutos y afiance la realidad de Jesucristo en los fieles. Desde aquí, algo de ello compartiremos.




[i] Escritos sobre el sacerdocio, Del Portillo Álvaro, Ediciones Palabra, Madrid Pág. 25.


martes, 17 de septiembre de 2013

La Misa Cristiana Católica Milagro Supremo.

Mientras iban subiendo a Jerusalén, Jesús tomo aparte a los doce y les dijo por el camino: "Ya estamos subiendo a Jerusalén, el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley, que lo condenarán a muerte. Ellos lo entregarán a los extranjeros que se burlarán de él, lo azotarán y lo crucificarán. Pero resucitará al tercer día. (Mt 20, 17-19)
Esto quiere decir, claramente, que Jesús sabia de antemano que pasaría con Él más adelante, y por ello fue preparando, tanto a los apóstoles como el entorno y los hechos anteriores a su llegada por última vez a Jerusalén.
El hecho concreto del rito, de la simbología empleada en ese momento, de la preparación anterior a la cena y las condiciones de la misma, son de por si un mensaje contundente sobre como quería Jesucristo ser rememorado para siempre. "haced esto en Conmemoración mía" tiene significado pleno en su misma intención, palabra y ejecución; el sacrificio incruento,debía ser conmemorado ante todos, por estos apóstoles, que había escogido de antemano. 
La misa, la Eucaristía, adquiere Supremo valor en cuanto refleja constantemente el deseo Divino que se hace presente en ese sacrificio. Es un acto de fe el seguimiento de ese misterio que se concreta por el don de Dios.

Vocación Sacerdotal Benedicto XVI

siete puntos fundamentales para la fecundidad de la pastoral vocacional sacerdotal y religiosa.
1) La fecundidad de la propuesta vocacional depende primariamente de la acción gratuita de Dios, pero, como confirma la experiencia pastoral, está favorecida también por la cualidad y la riqueza del testimonio personal y comunitario de cuantos han respondido ya a la llamada del Señor en el ministerio sacerdotal y en la vida consagrada, puesto que su testimonio puede suscitar en otros el deseo de corresponder con generosidad a la llamada de Cristo.
2) La iniciativa libre y gratuita de Dios encuentra e interpela la responsabilidad humana de cuantos acogen su invitación para convertirse con su propio testimonio en instrumentos de la llamada divina. Esto acontece también hoy en la Iglesia: Dios se sirve del testimonio de los sacerdotes, fieles a su misión, para suscitar nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas al servicio del Pueblo de Dios.
3) Tres aspectos de la vida del presbítero, esenciales para un testimonio sacerdotal eficaz:
1.- Elemento fundamental y reconocible de toda vocación al sacerdocio y a la vida consagrada es la amistad con Cristo… La oración es el primer testimonio que suscita vocaciones.
2.- Otro aspecto de la consagración sacerdotal y de la vida religiosa es el don total de sí mismo a Dios… La historia de cada vocación va unida casi siempre con el testimonio de un sacerdote que vive con alegría el don de sí mismo a los hermanos por el Reino de los Cielos.
3.- Un tercer aspecto que no puede dejar de caracterizar al sacerdote y a la persona consagrada es el vivir la comunión… si los jóvenes ven sacerdotes muy aislados y tristes, no se sienten animados a seguir su ejemplo. Se sienten indecisos cuando se les hace creer que ése es el futuro de un sacerdote. En cambio, es importante llevar una vida indivisa, que muestre la belleza de ser sacerdote. Entonces, el joven dirá: ”sí, este puede ser un futuro también para mí, así se puede vivir”.
4) Las vocaciones sacerdotales nacen del contacto con los sacerdotes, casi como un patrimonio precioso comunicado con la palabra, el ejemplo y la vida entera.
5) Esto vale también para la vida consagrada. La existencia misma de los religiosos y de las religiosas habla del amor de Cristo, cuando le siguen con plena fidelidad al Evangelio y asumen con alegría sus criterios de juicio y conducta… Imitar a Cristo casto, pobre y obediente, e identificarse con Él: he aquí el ideal de la vida consagrada, testimonio de la primacía absoluta de Dios en la vida y en la historia de los hombres.
6) Para promover las vocaciones específicas al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa, para hacer más vigoroso e incisivo el anuncio vocacional, es indispensable el ejemplo de todos los que ya han dicho su “sí” a Dios y al proyecto de vida que Él tiene sobre cada uno. El testimonio personal, hecho de elecciones existenciales y concretas, animará a los jóvenes a tomar decisiones comprometidas que determinen su futuro. Para ayudarles es necesario el arte del encuentro y del diálogo capaz de iluminarles y acompañarles, a través sobre todo de la ejemplaridad de la existencia vivida como vocación.

7) Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, custodie hasta el más pequeño germen de vocación en el corazón de quienes el Señor llama a seguirlo más de cerca, hasta que se convierta en árbol frondoso, colmado de frutos para bien de la Iglesia y de toda la humanidad.

Vocación Sacerdotal

La Vocación al Sacerdocio tiene que ver con un llamado personal que hace Jesucristo y que por tanto requiere de una respuesta, en libertad, en la que se asume y se compromete al seguimiento total y sincero  para llevar el mensaje de amor, que significa el primer anuncio, la Buena Nueva de oferta para llegar al Nuevo Reino Prometido.
El Sacerdote, ungido previamente por su Obispo, cumple con la condición muy especial de hacer posible la presencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo, por transustanciación, a partir del pan y el vino que se han ofrecido como Sacrificio Incruento.
Quien es llamado, ha sido escogido de antemano y escuchado el mensaje, tiene la alternativa de responder afirmativa o negativamente. Si libremente escoge responder afirmativamente, hace un compromiso personal para acompañar en el seguimiento, en el que se recibe una formación muy especializada, que concibe en su ser, una persona con cualidades y capacidades para transmitir fielmente las enseñanzas recibidas. Es “de persona a persona, de corazón a corazón”  como Dios habla y aquí la fe juega un papel trascendental muy importante.

Desde este sitio, hacemos el llamado a los jóvenes para que, en su corazón, de una respuesta a ese llamado y enfrente con fe, entusiasmo y alegría, este reto para llevar las ovejas como pastores a donde el buen Dios las requiere.

lunes, 16 de septiembre de 2013

II Encuentro De Pastoral Juvenil Vocacional

Auspiciado por la Conferencia de Religiosos de Colombia, se celebra en la semana del 23 al 27 de septiembre, el Segundo de Pastoral Juvenil Vocacional con el Tema  ¡EL DESAFÍO VOCACIONAL DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN EN LA ERA DE LAS TICs! lo cual hace posible el conocer como enfrentar, conocer y administrar estas nuevas tecnologías que ahora manejan con facilidad los jóvenes y las jovencitas.
Personas muy calificadas y que conocen la temática que se maneja en las ordenes, congregaciones, institutos y demás entidades de tipo religioso, son quienes guiarán las diferentes ponencias para que la actualización en dichos temas, sea efectiva y así se pueda lograr  enfrentar los nuevos procesos vacacionales y los medios tecnológicos de comunicación. Todos y todas están invitados.