I
Jesús que sientes compasión al ver la
multitud que está como ovejas sin pastor, suscita, en nuestra Iglesia, una
nueva primavera de vocaciones.
Te pedimos que envíes: Sacerdotes según
tu corazón que nos alimenten con el Pan de Tu Palabra y en la mesa de Tu Cuerpo
y de Tu Sangre; Consagrados que, por su santidad, sean testigos de Tu Reino;
Laicos que, en medio del mundo, den testimonio de ti con su vida y su palabra.
Buen Pastor, fortalece a los que
elegiste; y ayúdales a crecer en el amor y santidad para que respondan plenamente a tu llamada.
María, Madre de las vocaciones, ruega
por nosotros. Amén.
II
Señor Dios, Padre Celestial, Tu Hijo
Jesucristo nos dijo: "La mies es abundante, pero los obreros pocos. Pedid
al dueño de la mies que envíe obreros a su mies". Animados por estas
enseñanzas, te pedimos que envíes a tu Iglesia, numerosas y santas vocaciones
para el sacerdocio, a la vida religiosa y al apostolado laical. Conservarles fieles en su ministerio hasta el fin; y concédeles, por tu Espíritu Santo, un
gran amor a Dios y a los hermanos, para que en su ministerio y en su vida
busquen solamente tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
III
Dios, Padre y Pastor de todos los
hombres, Tú quieres que no falten hoy día, hombres y mujeres de fe, que
consagren sus vidas al servicio del evangelio y al cuidado de la Iglesia.
Haz que tu Espíritu Santo ilumine los
corazones, y fortalezca las voluntades de tus fieles, para que, acogiendo tu
llamado, lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos, Religiosos, Religiosas y
Consagrados que tu Pueblo necesita.
La cosecha es abundante, y los
operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies. Amén.
IV
Señor Dios, Padre Nuestro, te damos
gracias por los sacerdotes, que son un regalo y un signo de tu amor.
Ellos nos manifiestan tu corazón bueno
y rico en misericordia, nos ofrecen la salvación de Jesús y nos ayudan a vivir
en el Espíritu Santo.
Concédenos pastores según tu corazón,
bendice a los seminaristas, y haz que no falten en la Iglesia niños y jóvenes
que sigan la vocación sacerdotal. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
__________
Padre Bueno, en Cristo tu Hijo nos
revelas tu amor, nos abrazas como a tus hijos y nos ofreces la posibilidad de
descubrir, en tu voluntad, los rasgos de nuestro verdadero rostro.
Padre santo, Tú nos llamas a ser santos
como Tú eres santo. Te pedimos que nunca falten a tu Iglesia ministros y
apóstoles santos que, con la palabra y con los sacramentos, preparen el camino
para el encuentro contigo.
Padre misericordioso, da a la Humanidad
extraviada, hombres y mujeres, que, con el testimonio de una vida
transfigurada, a imagen de tu Hijo, caminen alegremente con todos los demás
hermanos y hermanas hacia la patria celestial.
Padre nuestro, con la voz de tu
Espíritu Santo, y confiando en la materna intercesión de María, te pedimos
ardientemente: manda a tu Iglesia sacerdotes, que sean testimonios valientes de
tu infinita bondad. ¡Amén!
ORACIÓN DIARIA POR LOS SACERDOTES
Que
todos traten de hacerse perfectos como el Padre celestial es perfecto:Señor, danos Sacerdotes santos.
Que la S. Misa sea ofrecida continuamente por la vida y necesidades del mundo:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que el Santísimo sea amorosamente accesible y adorado:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que el Evangelio sea proclamado fielmente y sin descanso:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que en la absolución sacramental encontremos nuestra paz y felicidad:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que la unión en la oración traiga la unión entre todos los cristianos:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que nuestras Iglesias locales y sus líderes sean siempre leales al Santo Padre:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que toda vida humana sea protegida y defendida como sagrada:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que la misericordia de Dios se extienda a los pecadores, moribundos y difuntos:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que la juventud tenga ayuda para crecer libre de las drogas y toda adición:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que los encarcelados, los ancianos y los sin techo encuentren fe y esperanza en Cristo:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que el amor de Cristo sane los desamparados, los que guarden cama y los enfermos:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que Cristo sea la meta y el gozo de los jóvenes y los fuertes:
Señor, danos Sacerdotes santos.
Que los que han oído la llamada de Dios escúchenlo para hacerse líderes futuros:
Señor, danos Sacerdotes santos.
OREMOS. Dios de misericordia y santidad, escucha el grito angustiado de tu pueblo para tener sacerdotes santos que les guíen. Llena sus corazones con celo luminoso a fin de que puedan desempeñarse dignamente en tu presencia, sean siempre leales a tu Iglesia, y alcancen amarte con un amor eterno. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
Tomado de Internet. Que la Gloria de Dios alcance a todas sus criaturas.
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